lunes, 22 de marzo de 2010

Curiosidad local.

Lo dicho, os dejo un enlace con una "curiosidad local". No tiene desperdicio, y entre los que sepan de qué va el tema no cabe duda sobre la competencia de policías locales vs. nacionales, si bien en estos asuntos siempre es injusto generalizar.

http://www.ciudadrealblog.com/2010/02/harry-el-sucio-es-culipardo.html

Sin esprintar llegando a meta.

Muchas veces es difícil saber por qué nos duele algo, incluso, qué es lo que nos duele exactamente. Hay explicaciones curiosas y diversas sobre el llamado "efecto placebo", es decir, sobre la influencia de la mente, de nuestras creencias o estados de ánimo en las reacciones físicas.
A mi el miércoles me dolía la rodilla derecha, suponía que por una contractura muscular un poco más arriba, hecho que curiosamente me pasó hace cinco años (¡cinco ya!) antes de correr mi primera maratón. Lo curioso es que noté el dolor dando un simple paseo con la perra, sin motivo aparente, y se me encasquilló tanto que cojeaba ligeramente y me temí algo grave.
Es decir, que supuestamente me lesiono sin hacer un esfuerzo físico, pero sí en un momento de cierto estres, prisas, bajón o como quiera decirse.
Tres días de descanso, algo de hielo, y dudas de si correr ni más ni menos que una media maratón el domingo.
Tranquilidad, dormir, no pensar en el domingo, no pensar, tanto que me despierto hora y media antes de la misma sin decidir aún si ir o no. Sin pensar en la rodilla, ignorándola. Sin pensar en otras cosas. Piloto automático. Y voy a Bolaños, no caliento, me pongo en un grupo de "aberronchos" (por ellos mismos llamados) veteranos de Alcázar de piernas constantes y lengua rápida, sin reloj, sin referencias, sin nada, y termino, y me lo paso bien, mejor que nunca corriendo, escucho chistes en el grupo, me río, disfruto del entorno sin agobios. Termino fuerte, sobrado, con la sensación creciente de poder hacer otra vuelta de diez kilómetros al mismo ritmo sin problemas, hoy fresco y, lo más curioso, de la rodilla no he vuelto a saber.
Y el tiempo, no siendo malo, me da igual, seguro que guardaré mejor recuerdo de esta carrera que de otras más rápidas simplemente porque me siento agradecido a mis compañeros de grupo y hemos disfrutado de la solidaridad de los deportes populares.
En la foto, sin esprintar llegando a meta, pues para adelantar un innecesario puesto se pierden unos segundos de compañerismo. Dejando pasar al de al lado sin meter los brazos ni tropezar con el de delante.
P.D.: Es curiosa la evolución de las carreras populares, hacer el "circuito provincial" ha mejorado la organización y el calendario, pero ha imprimido un carácter absurdamente competitivo en gente que no está ni de lejos luchando por los premios. Me parece que se da un aspecto festivo de puertas a fuera que se pierde progresivamente entre los que pisamos el asfalto. Prefiero las carreras como las de Bolaños frente a las multitudinarias como la última de Ciudad Real, con el 'speaker' retrasando cinco minutos la salida citando cuarenta veces que contamos con la presencia de la excelente alcaldesa para cortar la cinta de honor o no sé qué mindas, y con los fiebres ocasionales que te pisan los talones y casi te tiran en la cuesta de San Pedro. Se equivocan los organizadores si lo único que les interesa es aumentar la cifra de participantes cada año.