Suena raro madrugar un domingo. Más aún. Ir en coche a la estación de Príncipe Pío en Madrid. Aparcar. Coger un autobús a Segovia. Bajarse del autobús y volver trotanto a través de la Sierra de Guadarrama hasta Collado Villalba. Y tren de cercanías y coche. Suena a pena de galeras y a mili. A reforma de la justicia de Gallardón.
Estos datos objetivos, en apariencia odiosos, os mostrarán su verdadero color en estas dos crónicas del gran SPANJAARD y de CORRIENDOPORELCAMPO, no puedo añadir nada mejor. Si al leerlas, por casualidad, sentís envidia, daos por perdidos.