miércoles, 28 de octubre de 2009

Nuevo récord: 2 h y 55' de espera en Vva. Infantes.

Villanueva de los Infantes. Señalado juicio de faltas a las 11:00 horas. Como la Plaza Mayor es muy bonita, el Juzgado, en plenos soportales, te da un tiempo de espera razonable de dos horas y cincuenta y cinco minutos para disfrutar de las excelencias turísticas del lugar. Y el juicio en cuestión, que me lo suspedieron ya en otra ocasión, haces mes y medio, por solicitar los denunciados abogado (en aquellas ocasión sólo esperé una hora y cuarenta minutos) me lo vuelven hoy a suspender, esta vez porque sí.
Me opongo a la suspensión, me opongo a todo, supongo que con tono agrio por las caras de circunstancias que ponen el fiscal y el juez, un tono que, luego pienso, no recuerdo haber usado antes, en correspondencia supongo a que nunca antes había estado esperando tres horas para una suspensión injustificada. Más allá de las cuestiones jurídicas expuestas (si no hay auto motivado no se concede abogado para juicio de faltas, una solicitud de asistencia jurídica gratuita no suspende el curso de este procedimiento, en la citación se les explicó todo a los denunciados, han tenido tiempo suficiente, dilaciones indebidas, patatín, patatán, etc., etc.) me da rabia que, según dice el juez, que le han dicho los funcionarios que los denunciados fueron la semana pasada al juzgado a avisar de eso de la solicitud de asistencia jurídica gratuita sin resolver y que el mismo juzgado ha pedido al Colegio de Abogados que le informen al respecto. Es decir, que ya sabían hace una semana que se iba a suspender y no han avisado a las partes. Pues que bien, ya lo que faltaba, la gota que colma el vaso. Todo sea dicho, el juez muy educado y el fiscal típico que no mira ni de reojo al que se sienta a su lado de acusación particular, mirándose concentrado el nudo de la corbata. Me harto, estos tíos sabían que iban a suspender y me tienen tres horas esperando, me he visto dos juicios como público, he pedido las actuaciones y no me han dicho nada. Ya no sé en que momento procesal estamos, ni me importa y sin pensarlo mucho ni poco le digo al juez:
- Señoría, más allá de lo expuesto anteriormente, lo que no entiendo es que en este juicio de faltas el juzgado sea tan meticuloso con una solicitud de abogado primero y, luego, con una solicitud de asistencia jurídica gratuita, y, en cambio, en el juicio anterior que he presenciado, comparecidos cinco denunciantes igualmente con acusación particular contra un sólo rumano que ni siquiera hablaba bien español, no se le haya preguntado si quería abogado, y al final del juicio al darle la última palabra no sabía ni lo que se le estaba diciendo y ha balbuceado un simple "no", siendo un asunto de mayor gravedad que este y una posible responsabilidad civil elevada. No lo entiendo.
El fiscal hunde un poquito más la cabeza para verse el nudo de la corbata desde más cerca y el juez, amable y algo nervioso, creo que debido a que me gana en inexperiencia, obviamente no entra a discutir lo que le acabo de decir del rumano, pues es algo impepinable y yo no quería contestación sino desahogo y joder la marrana, pero viendo el cariz de mi descaro me vuelve a pedir disculpas por el funcionamiento del juzgado, por el retraso del juicio, me dice que se me podrán todas las facilidades habidas y por haber para que en el próximo señalamiento mi testigo pueda comparecer sin problemas de horario por su trabajo, me pone cara de pena... Le falta decirme que me va a dar la razón.
Me largo de aquí. Que asco.
P.D.: cuando se cruza el día, se cruza entero. En la larga espera hice una quiniela en la administración de lotería de al lado del juzgado y, claro, puse en todas las columnas que ganaba el Real Madrid. El Alcorcón está claro que no opinaba igual que yo.

lunes, 26 de octubre de 2009

Por ejemplo.

Me pregunto si a "E. Ojeda" (digo yo que periodista) le pagarán por hacer crónicas como esta:
Si no le pagan entiendo su dejadez. Lo incomprensible es la falta de calidad de muchas de las noticias de los llamados periódicos digitales. Increíble.

martes, 13 de octubre de 2009

¡Hostias!

Anoche aprendí que hostia se escribe con hache. Qué curioso: hoy pienso que occidente está lleno de susceptibles, de orgullosos, de proselitistas y de muchas cosas parecidas y mezcladas. Creo que estamos llenos de demócratas de medio pelo que se sentirían más cómodos en una Teocracia o en un Gulag.
Hay mucha gente con ocultas añoranzas que se manifestan en los lugares más inesperados. Por ejemplo, en un comentario de la entrada de un blog. Por ejemplo, en un comentario que pretende coartar la libertad de expresión del ajeno, en un comentario que tira la piedra y esconde la mano.
Estos demócratas de medio pelo se hacen pasar por tipos correctos e, incluso, bienintencionados. Afortunadamente son malos actores y enseguida se les ve el plumero de la intolerancia. Profesan muy distintos credos pero usan los mismos mecanismos de actuación, de propaganda y de chantaje: se hacen continuamente los ofendidos, se hacen la víctima, viven en un estado de contínua indignación con el prójimo que no sea de su casta. Incluso desarrollan una susceptibilidad extrema ante cualquier expresión que a ellos no les guste, que ellos interpreten como blasfema.
El castellano es rico en matices, algunas neuronas no. En la España de finales de 2009, hay personas que el uso coloquial, en un contexto coloquial, en su sentido de "sorpresa", de la palabra "hostia" lo interpretan de forma inmediata e indiscutible como un insulto directo a sus creencias, como una blasfemia. Antes si roncabas alto o cagabas de noche es que hacías misas negras y te hacían cochifrito en la hoguera. Ahora, con la democracia, recomiendan al hereje que borre lo incorrecto del mapa y, en caso negativo, recomiendan al controlador del foro en cuestión que lo suprima. Incitación a la censura desde el anonimato: una práctica muy extendida.
Por mi parte, reconozco que la palabra "hostia" puede resultar vulgar o malsonante, pero eso no es lo que importa a los nuevos torquemadas: lo relevante es que comparte un significado católico.
Así, imagino, que a los proselitistas concienzudos, como el que incitó a mi censura, se les caerán los palos del sombrajo y se sentirán insultados cuando escuchen expresiones como "confesión judicial" ¡Utilizar la palabra que define una parte de la celebración del sacramento de la penitencia para expresar el acto en el que un vulgar chorizo, quizá ateo, puede declarar sus delitos! O la expresión "bautismo de fuego" para decir que alguién ha logrado un debut exitoso en circunstancias difíciles.
Que lo sepáis: todos los que conjugáis el verbo "confesar" o "bautizar" en los términos antes descritos, o similares, corréis el riesgo de ser tildados de blasfemos, podéis recibir una notificación fehaciente para borrar del mapa dicho verbo si no es usado única y exclusivamente en su sentido católico. Cuidado también con "vaya cruz me ha caido contigo" y hasta con la palabra "peregrino". Cuidado con "belén" ("vaya belén se ha armado" o "meterse en belenes") que su primera acepción es, ni más ni menos, que la representación del nacimiento de Jesucristo. Y con mil ejemplos más.
¡Y más cuidado aún! No todos los altares con católicos, mal que les pese a algunos de ellos. Ahora los paganos tienen la inefable "Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica", cuya simple denominación mueve a la locura. Son algo así como una versión moderna y progresista de "Regreso al futuro". Hoy entiendo a Don Alonso Quijano. Para recuperar la memoria quieren olvidar algunas circunstancias y llevan al desguace algunas estatuas y nombres de calles.
Más aún. Estos de los dioses paganos estudian mucha historia, quieren cambiar "el todo por la patria" por un "todo por la democracia" y de mirar tanto para atrás olvidan que la presente Constitución de esa democracia que quieren totalizar (¿?) contiene la palabra patria, "común e indivisible de todos los españoles" Empiezo a divagar y a mezclar cosas.
Abrevio: ¡hostias!