Llevo ocho días de relativo relax deportivo. Dos días de entreno funcional, dos sesiones suaves de bicicleta estática. Pues qué bien, ¿no? A algunos les parecerá mucho, pero con el cuerpo curtido en trails varios e INVERNIIIZAS pues, se harán a la idea, sabe a poco.
Además, del tirón, retomé la más que olvidada costumbre universitaria (¡Un par de lustros!) de hacer triplete. Exacto: Jueves, viernes y sábado de celebraciones varias por el motivo, que no por la forma: Cerveza y ron.
"Y a mi que me importará su vida", pensarán vuecencias con acierto, recostándose en la butaca, como hacen las Señorías cuando me da por mentar algún artículo de nuestra redicha y olvidadiza Constitución.
El tema es que hoy lunes, con el cuerpo reteniendo líquidos y creyéndome aún ser capaz de dar positivo en un control de alcoholemia, me he inscrito a la Media Maratón de Valdepeñas: Con la intención de ir a ritmo, cubrir el expediente, una carrera más de preparación para los 101 de Ronda y el GTP. Al tran tran que se dice. ¿Y al vino - vino?
Y es que esto del correr coge tintes costumbristas, en el sentido llano del palabro. Vamos, que se le mete a uno en la forma de ser, con sencillez, día a día te define y te acongoja, como lo cotidiano de los gritos de la vecina hablando por el aifón.
Y a un humilde servidor, para mentalizarse, para incitar a la cuerpa al sufrimiento renovando la memoria runner, le da por cambiar la foto de perfil del facebook y por hacer en el mismo un pequeño álbum con fotos de antiguas carreras populares.
Yo ufano y yo feliz, pensando en mi primera media maratón del año con pax romana, pensando en un futuro hacer los 101 como preparación del gran GTP y van y, sin avisar, me comentan una foto del facebook. Alguien que yo creía buen tipo, me dice lo siguiente: "Indecente 1h35'00 usté vale mucho menos :-)" Y no, no me digan que se puede tomar como un piropo eso de usté vale mucho menos, ni la sonrisita final diluye el mal trago. ¡Indecente! ¡Indecente!
No. No tenía bastante con el frente ruso y se me cuelan por Normandía. Aún no he superado el shock de pasar de ¡oh Líder! de Corriendoporelcampo a un simple mierdaseca Líder y a un "niño de la media planta" Aún no he asimilado mi pinchazo final en la inverniza dónde un innombrable se atrevió a considerarse colíder, como si supiera de lo que habla y de la responsabilidad que supone.
Pues eso, ahí estaba yo cuando me dicen, hablando en plata, que o hago una hora y veintitrés minutos en una media maratón o soy un paquete, un líder de pacotilla. ¡Qué me ponga a entrenar, coño!
Además, como los runners somos gente respetuosa y formada me lo plantea como una cuestión moral, desde la perspectiva de la responsabilidad del Líder. Y que voy hacer yo, pues que me he picado como un mal bicho. Y me he picado de la forma que lo hacemos los corredores espirituosos, que diga, espirituales: Me he picado conmigo mismo. ¡Será posible! ¡Uno veintitrés, dicen!
2 comentarios:
Uno veintitrés está bien para que podamos seguir considerándote un auténtico OH LÍDER!
De lo contrario... cualquiera se pone a tu altura (atléticamente hablando)
Fdo: un posible colíder
Ramón, llevo ganas de decírtelo hace bastante tiempo, te están cambiando los muchachos raros esos con los que sales al campo!!!! Cómo que cuerpa? qué palabro es ese en boca de un sr. letrado? Vuelve al tenis, al padel, a la bici... con gente formada, culta, interesante, bienhablá y deja a esos que bastante tienen con lo suyo.
Uno.
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