Cuando empecé en esto de correr una de las cosas que más me sorprendieron (por no decir, mosquearon) era ver a personas de 40 para arriba adelantándome con facilidad. Yo con mis 26 años, joven y lozano, y deportista habitual, echando el bofe tras maduros padres de familia, algunos con curva de la felicidad incluida. Cuando mis amigos vieron las fotos de mis dos primeras maratones el cachondeo se centró en verme entre abuelos, por lo que presuponían, de forma amigable, ejem, mis escasas dotes atléticas.
Resulta que para ser fuerte, atlético y, ante todo, resistente, que de eso se trata en el fondo, la edad no importa.
Resulta que para ser deportista, rápido y resistente, no hace falta hacerse un tatuaje, llevar el pelo engominado, ser altivo o mirarse en el espejo mientra se levantan pesas. El asfalto indica que el deporte es más cuestión de salud y consistencia que de cláusulas de rescisión y anuncios. Ser resistente no es una moda, no se gana convirtiéndose en un clon de Cristiano Ronaldo.
He de reconocer que al principio sentí algún rubor ante los adelantamientos que me propinaban honorables señores. Ahora no, hace tiempo aprendí que el tipo de pelo canoso que te cruzas por la calle puede ser una máquina capaz de devorar corriendo a cualquier imberbe atrevido e inconsciente... y a mi también.
La carretera es especial cuando no pasan coches, cuando amaga en convertirse en un bosque sin cenizas.
Para redimir tópicos cuelgo la siguiente foto, con orgullo, como si fuese adelantado por Lance Armstrong subiendo el Alpe D'Huez. Y no os confundaís, las apariencias engañan, es el veterano de rojo el que está adelantando al paquete de blanco.
4 comentarios:
Sin ir más lejos, mi padre, con 70 tacos, cuando va conmigo, simplemente andando, lleva un ritmo el hombre que no veas... no te desanimes... cuando nosotros tengamos su edad... estaremos igual, como una lechuga... ya verás...
lo de la edad y los cuarenta ya empieza a oler.
No quiero polemicas pero tanto deporte te está transtornando. Creo que debes hacer una cura de cervezas para ver si consigues quitarte la vigoresia.
También es muy recomendable el sexo y de vez en cuando hacer una demanda si no te parece mal.
Hum... Ramón, me apunto a la cura de cervezoncios. Si es necesario ayudo a poner tornillos del Sr. Ikea.
PD: hoy tu jefe me ha vuelto a llamar fachucio y no sé cuántas cosas más. Que lo sepas.
Si CHOCOLATE sí, pásame el móvil detu padre para quedar a correr con él.
JEGARMIMO, me mal interpretas, como siempre... En fin, lo de la cura de cervezas lo hago de vez en cuando, no os preocupéis.
Hoy hasta te he hecho dos demandas y alguna cosilla más, no me presiones, que bajo presión ya sabes que llego a trabajar menos aún.
Ahora que ya no hace falta apretar tornillos apareces como voluntario, NÉSTOR. Muy mal, muy mal, lo que te diga mi Jefe bien dicho está, sobre todo si va dirigido a tu secretariado de la EPJ.
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