miércoles, 30 de abril de 2008

Vivan los monos

¡Carambanos y retruecanos! Finalizando la jornada laboral a modo de un Chiquilicuatre más, ¡perrea! ¡perrea!, me encuentro que aquí me conceden un premio, el Blogger Sapiens Award. Claro está, de forma totalmente inmerecida. No creo que la corta vida de este blog merezca tal galardón. Lo que hace el compañerismo y la amistad.

Por cierto, que lo del otro día no fue un perro, Néstor, fue el caballo de Atila en una cacharrería. Pero yo prefiero llamarlo cambio de guardia. Quién sabe, quizá el treinta de junio me toque un asesino de la katana. En fin, muchas gracias por lo del lunes y por este premio, que ha ocasionado que practique levemente mi falsa modestia y que haya descubierto que tengo un gran parecido con el gorila de la foto. Los que tengáis puente-acueducto disfrutarlo. Que yo el viernes tengo guardia, por un cambio de última hora de un compañero indispuesto. A qué me sonará eso.

Cada vez que me volvaís a visitar recordar que leeís a un dignísimo Blogger Sapiens Award (se me fue la falsa modestia) Un premiado entre los premiados. Ahí queda eso.

domingo, 27 de abril de 2008

Oda a las pezuñas de mi perro.

Mi perro es un animal y anda por el césped. A una Señora mayor esto le pareció mal y me dijo de pasada, sin mirarme, a la espalda mientras caminaba, que vaya, que educando a nuestros hijos para que no pisen el césped y a los perros les dejamos. Yo no sé qué hijos tendrá esta Señora, o nietos, pero no conozco a un niño que no pise el césped de los jardines del Torreón, o que no corra o no juegue al fútbol en él, y bien que hacen. No entiendo porque esta Señora entiende que educar es obligar a un niño a que no pise el césped. No entiendo que a esta Señora le moleste el simple hecho de que un perro de siete kilos, o de setenta, pise el césped. Entendería que le molestase que fuese suelto (la ley la respaldaría en ello) Pero el mio va siempre atado, que el olor del culamen de las perritas le hace perder el poco buen sentido que tiene. Entendería que me recriminase que no recogiera sus mierdas, o que lo dejara mearse en zonas inapropiadas. Pero no, a esta Señora le molesta el simple hecho de que un bicho peludo pise el césped. Un césped que, los sábados y domingos por la mañana, aparece lleno de bolsas de chucherías de esos niños que ella educa para que no pisen el césped. Un césped que aparece esas mañanas con alguna litrona tirada, con alguna mierda y meada no precisamente canina, con algún cristal roto, y con algunas flores arrancadas por pezuñas humanas. Pero lo importante para ella es que un perro pise el césped porque a esta Señora, ejemplo de muchos, lo que le molesta en el fondo es que haya gente que respire con ella en el mundo. Esta Señora es sujeto de Casa-Museo, donde no existen ni la caca, ni el pedo, ni el pís. Donde las figuras de porcelana se encuentran en formación, perfectamente alineadas frente al sofá adorno que nunca se utiliza por si se desgasta. Es una Señora que no tiene nunca gases, que nunca eructa, es un Señora de miras elevadas, perdón, quería decir de altiva mirada. Es una Señora que intenta que sus hijos o nietos no pisen el césped por el simple motivo de que ella no disfruta revolcándose en el mismo. Nos da lecciones de convivencia cuando odia convivir más allá de sus estrecheces. Es una Señora que se siente con autoridad como para dirigirse a un desconocido para recriminarle lo que sea a su antojo sin siquiera saludarle, darle los buenos días. Es autoritaria: por la grave tropelía de que mi perro pise el césped me convierto a sus ojos en un simple objeto al que ni se le mira para hablarle. Sólo merezco una letanía de refunfuños. Esta Señora me recuerda a un pendón... de Semana Santa, es como un brocado de oro deshilachado, como incienso mal quemado.
Mi contestación fue un breve "buenos días, Señora", que en contra de lo que podais imaginar no tenía ni sarcasmo ni ironía, sólo iba cargado de algo de sorpresa ante lo absurdo. Y claro, esa cortés contestación descolocó más a la educadísima y formal Señora ciudadrealeña de pro, que me soltó algo como que encima seré de esos que son de Green-Peace, y bla, bla, bla. Con absoluta tranquilidad y mesura le dije que yo soy y seré de quién me de la gana y, en primer lugar, de mi perro, y que la próxima vez que se dirija a mi le rogaría que lo hiciera, al menos, con la misma educación con que yo me he dirigido a ella. Pensé: que usted me da tanto asco como yo a usted, o más, pero la he saludado, la he mirado y mi tono ha sido correcto. La Señora torció más un gesto de por sí torcido y siguió su marcha y, aprovechando la cercanía de una mujer con su perra suelta, le recriminó no sé qué cosa, a lo que la dueña de la perra contestó sin mi estoicismo y somnolencia (eran las 07:45 del sábado) Embravecida y chillona esta otra mujer-dueña canina le recomendó a la Señora que se metiera en un asilo, entre otras lindezas recíprocas. Me olí que el pique personal de estas dos venía de lejos. Pues qué bien empiezo el día, pensé, sonriéndome, mientras mi perro buscaba jadeante a la perra suelta.
Hay gente que quiere hacer parques y jardines museo a su imagen y semejanza. Esta Señora no tiene césped en su jardín porque lo jode al lavarlo con mistol, y luego le echa la culpa a las polillas. Hay gente que no ve en sus semejantes carne, pelo y huesos; caca, pedo y pís, sino que ve plastilina que pueden modelar a su antojo.
Lo que me ha enseñado la reciente historia de España (Baja Edad del Franquismo, Era de la Cultura del Pelotazo, Revolución del Boom Inmobiliario) es que en nuestro querido país existen muchos predicadores analfabetos y endomingados. Más de los que nos imaginamos.
En fin, nunca imaginé que un odioso Perro Pisador de Césped fuera un atentado contra los principios ecológicos de Green-Peace. Nunca imaginé que mi perro fuese un Atila en potencia.
Lo que no imagina esta Señora es que el vago y maleante de pantalón corto y camiseta descolorida que vió bostezando, estirándose y paseando a un chucho pervertido es abogado, así va España, que se pone la toga y la corbata todos los días menos los días de guardar, en los que me pongo el pantalón corto y las zapatillas. Porque hay cosas que no hay que guardar. Hay cosas que hay que pisarlas, querida Señora, como el césped.
P.D: Esta entrada va dedicada a Hugo, Uga-Uga, Sira, Teo, General Toberas, Lara, Blas, Kika, Toga, Chispa, Cachirulo y un largo etcétera.

viernes, 25 de abril de 2008

Golpes al viento

Hay muchos medios para hacer callar a una persona. El mejor de ellos es no escucharla. El peor de ellos atemorizarla, pretender que el miedo le agarrote las cuerdas vocales. Así se genera histeria, que no es un adjetivo mudo o silencioso. El miedo grita.
Y otra cosa es qué instrumento se considera apto para asustar, para acallar: un grito, una voz, un puñetazo en la mesa, una amenaza de golpe... Increscendo si no dan resultado, sucesivamente. Y sin quererlo, o queriendo, o sin saberlo, aparece la ira, la histeria, las voces imparables, los puños y las cuerdas vocales. Y uno no termina explicándose por qué aparece la Guardia Civil, sólo escucha voces, que ya no sabe si están dentro o fuera de él.
Y cuando declara, en el fondo, no miente, sólo dice: quería que se callase, quería asustarla para que no hablase, pero no la golpeé.
Quizá a ella no, sólo a sus cuerdas vocales.
Ni más ni menos.

miércoles, 23 de abril de 2008

Fotos Cazorla Trail Running

Supongo que con sol habría sido todo más espectacular. Para mí mejor las nubes, sudé menos. Ya habrá tiempo para ir con calma algún día de sol, sin carrera claro está. Aquí dejo unas fotos para que os hagáis una idea.


No creo que nadie se haya quedado con ganas de más pero no puedo obviar que existe el masoquismo. Tenéis más fotos de la carrera en:
También se podía hacer con Mountain Bike, dentro del circuito Orbea Aventura, ya pasaré información que veo a alguno con los colmillos largos.

lunes, 21 de abril de 2008

El domingo se descansa

No digo que levantarse un domingo a las 05:00 a.m. sea normal. Menos aún si es para coger el coche y hacer un viaje de dos horas y media hasta Cazorla con tormenta, cruzando Despeñaperros. Menos aún si el fin es hacer una carrera de montaña de 26 km, con barro y niebla, habiendo tenido la organización que modificar el recorrido a última hora por cuestiones de seguridad. Si os digo que todo esto es divertido me diréis, con razón, que no. Si os digo que hoy lunes estoy menos cansado que el pasado viernes me diréis, además, que miento. Correr dos horas y casi cincuenta minutos, trece km de subida y trece de bajada, sí cansa pero no sabéis lo que ralaja. Escuchar ruido entre el bosque, que resulte ser un venado que se te cruza a veinte metros en medio del camino y te mira, y luego se larga monte arriba, acojona pero relaja. Ver las nubes de niebla atravesarte a toda leche, entre las primeras cotas de nieve, en una senda infernal y resbaladiza, te congela pero relaja.
Pues sí, al final me he metido entre pecho y espalda la Cazorla Trail Running esa a la que dediqué una breve entrada, ya os colgaré un par de fotos para que veáis que no miento. No sólo no me arrepiento, sino que creo que me he picado en esto de la carreras de montaña, como en su día me piqué con las de asfalto. Más duras (por su orografía y tipo de terreno 26 km pueden equivaler, más o menos, a 34 de asfalto) pero más aventureras.
El viaje de regreso estuvo marcado por unos cuántos más "veículos longos" de marca comercial española (¡!), por una carrera ilegal de deportivos cerca de Valdepeñas, que el granizo y la lluvia torrencial convirtió en un paseo de caracoles, con un Mercedes con el frontal izquierdo desintegrado, y con Leonidas adelantando a un Lamborghini que con lluvia parecía un Seiscientos cojo y tuerto.
No se le puede pedir más a un domingo. Habría sido la leche que además el Ciudad Real le hubiese ganado la Copa del Rey de balonmano al Barcelona por un gol en el último segundo y que el Real Madrid hubiese sentenciado la Liga.

miércoles, 16 de abril de 2008

Teclas. Al volante.

Como muchas veces sucede con esto de los ordenadores la mejor intención se convierte en un desastre si se aprieta la tecla equivocada, o si el ratón no tiene el día.
A mi, por intentar quitar la extraña palabra de verificación a la hora de poner comentarios, no sé cómo, he impedido durante un tiempo que se pudieran poner comentarios, les pido diculpas.
A Jesús le ha sucedido algo más grave. En su loable intención de repasar gramaticalmente los textos que escribió de forma apresurada se cargó, sin preámbulos, todas las entradas. Perdón, todas no, de forma curiosa sólo sobrevivió la primera que se limitaba a un escueto 'hola'.
Es que, encima, los pecés tienen su ironía y su sentido del humor.
Será por eso que estos días me he distanciado del blog, y porque el fin de la huelga me ha devuelto a los viajes judiciales. Y cuánto más voy a los Juzgados, y cuánto más me pongo la toga, más chorradas me vienen a la mente.
Hoy declaro publicamente que voy a abrir una investigación sobre las señales que llevan los camiones sobre su longitud. En estos días me he cruzado con multitud de camiones, y aquellos de gran longitud suelen llevar un rectángulo de marco rojo y fondo amarillo que indica tal circunstancia. Hasta aquí todo normal.
Lo que no entiendo es que muchos de ellos llevan inscritas las palabras "vehiculo longo" a pesar de que la marca comercial del camión pueda ser española, portuguesa u holandesa. Será que Milán es la capital europea de la moda. Por mi parte, me gustan esas palabrejas, suenan frescas, cachondas, el italiano suena a feromonas, pero no termino de encontrarles la explicación. ¿Sólo fabrica las plaquitas una empresa italiana?
Entre estas absurdas divagaciones (y otras), los pleitos sobre corzos atropellados, los muros medianiles derruidos, los Red Hot Chili Peppers a toda ostia, las excepciones, las conclusiones, los deambulantes Coldplay, la prueba, los restos de la pájara que me pillé en la carrera del domingo (Alcázar de San Juan, te empiezo a odiar) y la observación de las vallas ganaderas o cinegéticas de los cotos circundantes, no sé cómo me quedan ganas de escribir en el blog.
Un consejo: no prediquen con el ejemplo, tiene que ser muy aburrido. Es más, no prediquen.

miércoles, 9 de abril de 2008

Mundo desarrollado

Los amantes del "sillón ball" y el turismo de playa se compran todoterrenos, más inseguros y contaminantes, menos manejables y confortables.
El pensamiento se resume en las cuatro opciones que te da una encuesta, o una papeleta de voto.
Estoy harto de barritas y porcentajes, y de los amantes del Paris-Dakar urbano.
Ambas: Apariencias, de razón o de seguridad, que lo mismo es.

martes, 8 de abril de 2008

Un día cualquiera

- La prensa deportiva es realmente absurda, tendenciosa, patética. Sólo es sensacionalismo, portada, eslogan y titular. No puedo evitarlo, ya solo me produce pena o risa. Salvo honrosas excepciones. Cada vez se fijan más en cuestiones “extradeportivas”.
- No me he parado a pensar de qué hablarán hoy en el debate de investidura. Desde las elecciones he pasado por completo de la política. Pero sé de qué no hablarán: del sistema electoral (injusto y pendenciero con lo común) y de reformas que promuevan una democracia más real, más práctica (listas abiertas, primarias de partidos, control de la financiación de los partidos políticos, limitación temporal de cargos públicos, etc, etc, etc.) Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Esto es lo que nos crispa, y no sus batallitas de playstation.
- Curiosa la huelga de funcionarios que toca a su fin. No sólo ha producido un daño a los ciudadanos, al llamado justiciable. Es que de forma indirecta ha generado la huelga involuntaria y obligada de muchos otros profesionales. Y además, rizando el rizo, el más difícil todavía: ha provocado más perjuicio económico a estos otros profesionales que a los propios funcionarios. Raro, raro. ¿Y cómo se puede estar negociando durante 13 o 16 horas? Llaman negociar a querer o no querer. Esa es la cuestión.
- ¿Nadie conocía la realidad de China cuando le dieron las Olimpiadas? Que saquen un especial de prensa “extradeportiva” con todos aquellos que votaron la candidatura de China y sus motivos. Y que les hagan correr la maratón con una bombona de humo de ducados.
- ¿Para qué coño sirve ver el telediario? Yo lo dejé hace tiempo, salvo accidente ocasional o por motivos contextuales de fuerza mayor.
- Hoy sólo me quedo con una cosa de la tv: “You’ll never walk alone” Eso sí que es operación triunfo.
- Mi Jefe me digo que este ‘blog’ anduvo un tiempo críptico. Llevaba razón. Le he puesto esa etiqueta a dos entradas. A veces el tiempo no da para más, y las cosas salen mezcladas, comprimidas, inexplicables. Digo yo que irán saliendo más.

lunes, 7 de abril de 2008

Un albergue entre ruinas


Convento de San Antón, a unos tres kilómetros de Castrojériz (Burgos) De los que conozco, el albergue más auténtico del Camino de Santiago. De hecho es un albergue rehabilitado entre las ruinas de lo que ya fue un albergue durante siglos. Se limita a tres estancias aisladas del exterior simplemente por tres cortinas de plástico. Un baño donde la ducha sólo tiene agua fría, un comedor y un dormitorio con literas y mantas malolientes. Hasta en el siglo XV tuvo que ser más confortable. Encima las palomas no paran de dar el coñazo. Pero tiene un encanto especial. La cena te la preparan y es común. Y a dormir y a madrugar.

A continuación fotos del albergue.

1) Girando a la izquierda, entre las banderas, la entrada al albergue. Si seguimos recto por la carretera (que pasa justo por debajo de lo que fue la entrada principal al Convento) llegaremos a Castrojériz.


2) De izquierda a derecha, el dormitorio, la cocina/comedor y el cuarto de baño. Mi deformación profesional me lleva a pensar en estos momentos en responsabilidad extracontractual, pero a saber donde estén ahora los monjes antonianos y templarios. ¡Demandemos a Mendizábal!



3 y 4) Un par de detalles de las ruinas que rodean las estancias de la foto anterior:





5) Al amanecer, huyendo del Convento, haber si se iba a derrumbar lo poco que quedaba, y aún queda, de él.

Por último, os dejo un enlace de una noticia donde encontraréis más información:

http://www.consumer.es/web/es/viajes/2002/08/20/142425.php

viernes, 4 de abril de 2008

Operación Triunfo, o baila el chiqui-chiqui.

En el descanso del Bayern de Munich - Getafe hice un ejercicio de zapping, pues mientras hay buen fútbol que a nadie que estime su vida se le ocurra cambiar de canal. Qué sorpresa me llevé al encontrame de nuevo con Operación Triunfo, con sus castings despiadados, con el tipo insufrible que se esconde en unas gafas de sol. Si yo fuera tan capullo también me escondería en las gafas, aunque en el plató de tv no haga sol. Incluso me pondría gorra, y orejeras, y un pasamontañas. El tribunal del casting masacra a los aspirantes, tanto en lo profesional como en lo personal. Lo segundo no tiene nombre, no voy a entrar en ello, pues sólo su actitud los descalifica.
Lo que no entiendo es el supuesto tema 'profesional'. Según ellos entran al programa exclusivamente los aptos para la música, quienes se puedan labrar un futuro. Mentira. En el fondo ese no es su objetivo: los que a ellos les interesan son quienes se ajustan a su perfil de concursante marioneta ideal, para tener mucha audiencia. Perfil que acordarán tras sesudos estudios y estadísticas de opinión y mercadotecnia televisiva. Eso hay que reconocerlo: audiencia sí logran.
Pero en búsqueda de talento musical los jurados y profesores son unos fracasados. Tras innumerables ediciones sólo han conseguido, a parte de ganar pasta, dos o tres productos musicales de éxito relativo, totalmente encorsetados, teledirigidos y sin ningún tipo de personalidad o creatividad auténtica. La única que parece haber sobrevivido durante años, saliéndose del cajón, ha sido Chenoa, aunque me siga sin gustar.
Chiquilicuatres fashion. No han conseguido labrarse un futuro de forma independiente, más allá de la tutela/subvención triunfita. Se veía venir.
Creo que tienen más posibilidades de dedicarse a la música de forma profesional los excluidos en los castings que se tomen en serio trabajar por su cuenta (o dedicarse a beber y drogarse dando conciertos por antros desconocidos buscando su inspiración y buena estrella) que los elegidos, que sólo llegan a ser famosos por un día, o chiquilicuatres estereotipados.
Y ser famoso, por ser famoso, es una mierda.
¿Hay alguna clase en la la academia de OT en la que se les enseñe creatividad o algo así?

miércoles, 2 de abril de 2008

Por la Plaza Mayor

Tranquilos, ya os he hablado de la carrera del domingo, no voy a ponerme más pesado, ni críptico. Me voy a limitar a colgar una foto que me hizo un compañero de profesión (y comentarista de este blog) al paso por la Plaza Mayor. Nunca me habían respondido a un saludo con una foto, y he de confesar que me ha gustado. No creo que tengaís problemas para reconocerme. Obviamente, no soy el más alto, ni el de la camiseta de 'Homer Simpson'.

martes, 1 de abril de 2008

Y tú, ¿por qué has dejado de correr?

Una de las cosas que más me gustan de las 'carreras populares' es el ambiente festivo que las rodea. Cada uno dentro de su nivel atlético, pero todos en un ambiente de satisfacción, de deportividad, de superación personal y de salud. Siempre te lo pasas bien, descubres gente y lugares corriendo con/por ellos. Y por donde lo único que suele haber es tráfico y tráfico.

Creo que hay una sensación de libertad más allá de lo estrictamente deportivo. Ambiente díficil de encontrar en la práctica de cualquier otro deporte a nivel aficionado, donde la actividad como diversión, evasión, se ve impregnada por detalles de competitividad realmente absurdos y patéticos.

Por ejemplo, en la Liga de Fútbol 7 local, muchos van a discutir o insultar al árbitro, o al rival. O a ganar por todos los medios. Disfrutarán así, qué sé yo. Será que hay gente que sólo se lo pasa bien jodiendo al prójimo.

En fin, sigo pensando que correr es una de las cosas más naturales que existen. Sólo es andar rápido, lo más rápido que puedas. Los niños es lo que hacen cuando van al parque, o al campo... o a misa, o a un restaurante.

Será por esto que cada vez me parece más absurda la pregunta de: Y tú, ¿por qué corres? La mejor respuesta es otra pregunta: Y tú ¿por qué has dejado de correr?

Preguntas de lo obvio. Y tú, ¿por qué vas al cine? Y tú, ¿por qué juegas al fútbol?

Respuestas sencillas. Porque me gusta. ¿Acaso ves a alguién que me obligue apuntándome con una pistola?

Ojo: ni mucho menos critico a los que no corren, sino a aquellos que lo ven como algo raro o anormal.

Estos comentarios vienen a cuento de que el domingo se celebró en Ciudad Real su 1ª Carrera Popular, de 10 Km, dentro del Circuito de Carreras Populares Provincial. No era lógico que la capital no tuviese ya su Carrera Popular, cuando casi todos los pueblos tienen la suya, o varias.



La organización fue perfecta, buen recorrido y una gran participación, sobre todo femenina para lo que suele ser habitual. Del único 'pero' no tienen culpa los organizadores: pocos la vieron o animaron, en proporción a la asistencia en otras localidades. Y eso que se dio la salida a las 11:00 h, la más tardía de cuantas he corrido. Se puede justificar con que es la primera. Pero igual sucede con la Maratón de Ciudad Real, y lleva ya muchas ediciones. Sencilla y lamentablemente creo que en la gente de Ciudad Real el deporte como algo popular no cuaja. No pasa nada, cada uno tiene su afición y gustos.

El único sabor amargo que me queda, especialmente al tratarse de mi ciudad, es que ha sido en el único lugar donde he oído algún comentario despectivo de los espectadores. Un Señor de avanzada edad (sobrio, creo) nos animó diciendo, ¡venga que vaís los últimos!, con un tono soez de cascajo averiado. Pobre, no sabe que el último, en su nivel, tiene tanto mérito como el primero y, en todo caso, un mérito infinitamente superior al suyo. Lo que tampoco sabía, por su comentario, es que aún le quedaban cerca de 400 atletas populares por ver pasar delante de sus narices, aunque supongo que no aguantaría mucho y que se iría al bar a incharse a vinos, o a gritar "arbitro, cabrón" a algún recinto deportivo.