miércoles, 29 de octubre de 2008

Maratoneando.

El pasado domingo fue la maratón de mi ciudad o, mejor dicho, de mis dos ciudades, pues se hace entre Ciudad Real y Miguelturra, y dentro de no mucho tiempo cambiaré mi empadronamiento.
Tras hacer tres maratones en los últimos tres años estuve siguiendo como espectador por las cercanías de mi nueva casa la prueba, y desde fuera se ve distinto (no te duele nada) pero se ve igual de especial.
Esta maratón es llana como pocas y en un momento del año ideal, ya que empieza a hacer fresco, pero debe hacerse dura por otros motivos: no hay mucha animación de público, el recorrido son dos vueltas a un circuito en el que gran parte no es urbano (polígono industrial, carretera entre las dos poblaciones) y la participación no es muy numerosa por lo que puedes estar la mayor parte de la prueba sólo y sin referencias de otros corredores. La gente que no haya corrido nunca 42 km quizá no entienda estos motivos, pero un Maratón tiene un factor psicológico enorme y pasado el km 32 la línea que separa seguir o abandonar es muy fina si no tienes la motivación necesaria o si te quemas por alguno de los motivos antes referidos.
Algunos transeuntes miraban con cara extrañada a los locos sudorosos en plena penitencia. Por mi parte aplaudí a cada uno de los solitarios valientes que cruzaban por el km 37 y, al ver sus caras, pensé que cómo he podido hacer yo tres veces eso y tener ganas de más. Además, me sorpredí con muchos de ellos que, dentro de su extrema fatiga y rigidez de zancada, me daban las gracias por los ánimos con la palabra o el gesto y... vaya, acabo de decidir que el año que viene no seré un mero espectador.
Efectivamente he citado tres inconvenientes de la prueba pero, visto de otra forma no son tales: no tienes aglomeraciones/empujones/tropezones de otros corredores en la salida; por mucho público que haya mirando o animando no dejas de estar solo corriendo contra tus fuerzas, hay un momento que ni oyes y ves lo justo, y, que narices, dar dos vueltas a un circuito puede ser positivo para prever de forma precisa el perfil y el ritmo de la carrera...
Quien ha corrido esta distancia sabe que toda carrera es especial y más aún debe serlo cuando recorres tu ciudad. Cuando haces un tramo del carreterín de la Atalaya, de la Universidad donde has estudiado, bajas al mismo centro, pasas por la esquina de tu casa, por la Plaza donde mea y caga tu perro, vas al parque donde está tu colegio, rodeas el Quijote Arena (donde viste ganar a tu equipo su primera Copa de Europa justo el día que corriste precisamente tu primera maratón en Madrid), pasas al lado de la vía verde donde tantas veces te has machacado, luego vas a Miguelturra por la urbanización donde estará tu hermana, luego rodeas tu nuevo pueblo y pasas a cien metros de tu misma casa y, para acabar, llegas al estadio donde ibas de crio con tu padre a hacer deporte y donde empezaste a trotar y a correr por correr con Tomás y Alberto hace unos siete años.
En fin, ya veis que estoy en terapia de motivación, perdonar el coñazo, pero este blog nació en parte para hablar de carreras populares y eso hago.
Como todo, creo que esto de correr tiene un componente emotivo y las carreras populares algo de rebeldía, de huida, de forma de vida. En este sentido, una vez pensado mientras lo escribía, resulta que no cambio este recorrido por el de la Maratón de Nueva York.
Espero que algunos de vosotros se asome el año que viene a darme un poco de agua.
1er. P.D.: Después del rollo soltado quedaría como un gilipollas si el año que viene cambian el recorrido... tendré que hablar con la organización.
2º P.D.: El inconveniente que parece ser insalvable de esta maratón es el nombre en espanglish que le han colocado "Internacional Maratón Quixote" En fin, precioso, muy de la tierra. Al menos espero que no lleguen al extremo insuperable de poner niñas con pompones de animadora a la llegada como hacen en media maratón de Puertollano.

lunes, 27 de octubre de 2008

Atornillados.

Perlas de la abogacía:
1) Hablar con un cliente por teléfono, daños en un toldo por 3oo euros porque le cae agua del vecino (se ve que cuando llueve no se moja el toldito) mientras su mujer grita al oido de su marido y se escuchan ladridos. Que te amenace con retirar todas las pólizas del seguro mientras piensas en que haga lo que le de la gana, mientras no te quiera como su abogado.
2) Ver publicitado por todas la paradas de autobuses del centro de la ciudad que la entidad bancaria que tiene el convenio con el Ilustre Colegio para el adelanto del pago del turno de oficio tiene, a su vez, un convenio con Legalitas. Te regalan un año gratis de asesoramiento legal por abrir una cuenta nómina y, además, una maleta trolley (las de asa y ruedecitas antiescoliosis) para llevar papeles al Juzgado. ¿Casualidades de la vida? Será que Legalitas, como el Colegio, mira por el bien de todos los colegiados: te quita clientes por un precio irrisorio (dignificando la profesión) y así tienes más tiempo libre para conciliar la vida profesional y la familiar.
3) Repasar una y otra vez la cuenta bancaria para ver si llegan los pagos de los distintos turnos y servicios de orientación jurídica conveniados con los organismos públicos. Comprobar como el término crisis se convierte en un espantapájaros para justificar la dejadez y la burocracia.
4) Ver el Informe del Instituto Nacional de Estadística sobre Condenados del Registro Nacional de Penados y Rebeldes y ver que la realidad no se corresponde con los telediarios (lo cual no debe sorpredernos) Brevemente: (4.1) Resulta que Madrid, donde nos escondemos los billetes de 50 euros en zonas impúdicas por sí acaso, es la que menos condenados tiene cada mil habitantes (incluidos los condenados de los órganos centrales competentes para todo el territorio nacional) junto a las dos Castillas (4.2.) Resulta que a pesar de los inmigrantes son malos y/o muy malos más del 70% de los delitos siguen siendo cometidos por españoles (4.3) El delito contra la seguridad en el tráfico con el 36'5 % es el más cometido mientras que los robos, en general, no pasa del 11 % (a pesar de la alarma que crean telediarios y José Luis Moreno con las bandas de rumanos y colombianos) y los delitos graves por violencia doméstica no tienen mención especial. Es decir, muchos de los Poceros y Touseros alarmados porque les puedan asaltar el chalet (con gran cobertura mediática) se desestresan con sus deportivos a toda leche poniendo en riesgo la vida de todos. (4.4) Más allá de teletiendas penales un dato para el pesimismo: el porcentaje de condenados cada 1.000 habitantes es más del doble para menores de edad que para mayores, a pesar de que la franja de edad (de 14 a 17 años) es muchísimo más reducida. Para curiosos: http://estaticos.elmundo.es/documentos/2008/10/27/ine.pdf
P.D.: Un dato para el optimismo: hace frío, por fin, y va a hacer más. Y lo más importante: Tengo un flamante destornillador/atornillador/taladro eléctrico que me ha hecho sentir cercano a los Reyes Magos. Pongan uno en su vida, no se arrepentirán.

viernes, 24 de octubre de 2008

Napoleones togados.

En algún otro punto de este blog hablé de los abogados cuentapleitos, divertimentos constantes, eternos a veces, amenos o no de los ratos de ocio. Pero la diversidad de la fauna a la que pertenezco y en la que me critico el primero, es muchísimo más diversa que la simple distinción que se pueda hacer dependiendo de nuestra capacidad para poder desconectar del trabajo o para ostentar de asuntos supuestamente importantes.
Y es que, lamentablemente, esta profesión vive mucho de las apariencias, y será por ello que cada vez más se produce el hecho de no sólo ostentar de trabajo, con la capacidad narrativa sublime que hace pasar por entretenidos o curiosos cientos de folios coñazo sobre cuestiones técnicas. Además se ostenta de inteligencia, sí, sí, es cierto.
Hay gente que se atreve a calificarse de forma reiterada y pública, sin rubor, como el mejor abogado, como el que gana todos los pleitos (pocos tendrá...) o como el que mejor conoce a Su Señoría, que el otro día se tomó un café con ella. Pero esa ostentación traspasa lo increíble cuando el sujeto activo pasa de la apariencia (que la ostentación puede ser por pura necesidad) a la inconsciencia, y se cree realmente que lleva razón en todos los asuntos, que sabe más derecho que una base de datos y que, además, es el más listo. Alabados sean los auto-balones-de-oro.
Porque a estos individuos no les da o les quita la razón el Juez o Jueza que corresponda, estos individuos ganan o pierden... perdón, que nunca pierden. Estos individuos ganan ellos los pleitos por goleada, siempre, porque sencillamente son más listos que tú. No sólo se creen más hábiles en ese caso concreto (cuando lo que suele suceder es que se llevan las cartas buenas en esa jugada) y no sólo se creen saber más derecho en general: son más listos que tú en todo. Se nota en su porte, en su mirada.
Algunos, incluso, se atreven a hacer previsiones exactas, de forma juiciosa e infalible, sobre qué piensa ya Su Señoría sobre el asunto en cuestión, incluso delante de tu mismo cliente, no sé si debido a graves déficits en la capacidad para sacar temas de conversación, por simple mala educación, por estupidez o como intento de ganar seguridad antes de entrar en la sala de vistas porque les tiemblan las piernas.
Porque, en definitiva, estos que se autocoronan como emperadores de la abogacía no hacen más que meterse, a medio y largo plazo, un autogol, y quedan como gobernadores de la ínsula Barataria cuando el fallo de la sentencia se convierte en un certero dardo en su contra.
Por no parecer excesivamente tocapelotas paso a confesarme: asumo que en alguna rarísima ocasión he podido ser algo cuentapleitos, pero de forma íntima, entre compañeros/amigos de confianza, pues por pereza y/o comodidad prefiero observar, oír y, en todo caso, hablar de fútbol o del Sr. Ikea. Tengo otros defectos pero me siento alejado del tema hoy expuesto. En caso de que alguna vez no sea así espero que alguno de los compañeros lectores de este blog me suelte inmediatamente una buena leche, como mínimo.

martes, 21 de octubre de 2008

La fragoneta y el tornillo stolmen.

Hay hábitats y microclimas que sólo permiten la supervivencia de algunas especies. En lo que toca al ser humano uno de los hábitats más peculiares es el de las grandes superficies y, entre ellas, se lleva la palma el IKEA.
Todos entran, pero no todos sobreviven, para algunos se convierte en causa de divorcio, para otros supone la aparición de dolencias cardiacas desconocidas hasta el momento, de síndromes depresivos y de ansiedad intratable. Pero, curiosamente, a otros humanos les causa una extraña sensación de aventura y placer donde se mezcla la independencia, las agujetas y el ahorro. El dolor de muñecas, hombros y falanges puede resultar divertido, sobre todo para el bolsillo, y si encima te gustan algunas cosas del diseño sueco (más allá de las mismas suecas) pues mejor que mejor. Estas palabras masoquistas dichas por un maratoniano pueden no sorpreder, pero créanme, es cierto lo que digo. Algunos pensaran que estoy podrido y no les falta razón.
Como ya habrán imaginado, el pasado jueves fuí al susodicho, acompañado de mi novia, con una furgoneta o fragoneeeeeta alquilada y con una larga lista de objetos molger, malm, stolmen, norrebo, bjursta, etc., por recoger. La aventura empezó a las 7:30 a.m. y terminó a las 00:30 a.m. y no he conseguido aún odiar al Sr. Ikea, aunque tampoco me he convertido en su nieto, que hay vida más allá de los defensores y los demoledores.
Más raro aún: habiendo montado el salón, un sillón y cuatro sillas aún no ha habido crisis de pareja, ni nos han sobrado ni faltado tornillos.
Será por mi carácter anti-tópicos pero de momento me siento más satisfecho con el IKEA que con GAS NATURAL.
Os seguiré informando.
P.D.: Próximo paso: comprar un destornillador eléctrico.


viernes, 10 de octubre de 2008

En-crisis-pados.

Crisis, crisis, crisis. Crisis. Lo único que tengo claro de la crisis es que hay crisis y que el alarmismo crece por instantes. Pues vale, otro motivo más para no ver el telediario ni leer la prensa. Ni cuando decían que crecíamos el no sé cuantos por ciento anual regalaban el dinero por la calle, ni ahora que hay crisis, crisis, crisis, me lo roban. Algo se nota, claro, pero hasta el momento lo que más aprecio es que a todo el mundo se le infla la boca diciendo crisis. Cuando ibamos bien no era portada diaria que éramos cojonudos, pero se ve que lo de la crisis mola más.
Somos unos agonías, no cabe duda. Pero por ese motivo podemos estar tranquilos, porque somos agonías para todo.
Me explico: La huelga/crisis de transportistas provocó que los hogares españoles esquilmaran los mercadonas, llenando las despensas de kilos y kilos de harina, arroz, etc.
Mensaje institucional: Tranquilos compatriotas, puedo afirmar y afirmo que tenemos suficientes víveres y abundante telecadáver. Pongamos entonces buena cara a la crisis, crisis, crisis.
P.D.: También tenemos a "Legalitas" para que nos solucione los problemas y reclame por nuestro dinero, todo ello a un precio irrisorio. No problem.

jueves, 9 de octubre de 2008

Telecadáver.

No vean el telediario. Creo que fue el jueves pasado (¡que abandonado tengo el blog!) cuando me disponía a cenar en el sofá, bandeja en ciernes, frente al noticiario. En la tercera cucharada al arroz a banda aparece medio cuerpo de un cadáver, el otro medio tapado por un plástico, al caso de una noticia sobre las sempiternas estadísticas de tráfico. No hacen falta esas imágenes para informar, en ese y en otros miles asuntos, pero... Luego se preocupan de que sí los videojuegos o el alcohol/botellón incitan a la violencia, cuado no se necesita mundo virtual para merendarnos y cenarnos sangre de cuerpo presente.
Cuando se me pasó la impresión van y me sueltan, sin dulzura alguna, que los jóvenes españoles (entre 20 y 30 años) tenemos el semen hecho una mierda, y que no es por fumar o beber, sino por no cumplir el Protocolo de Kioto. Pues que bien. Supongo que los de "durex" estarán cabreados pues ya nadie va utilizar preservativos, pero a ver quién va a pagar las pensiones con lo complicado que está dar en la diana.
Estuve a punto de dejar la bandeja, la angustia se apoderaba de mí, hasta que me dijeron que para mejorar la calidad del esperma la solución es eyacular, cuánto más mejor.
Ya saben, todo sea por prescripción médica.