Hay sinónimos permanentes y sinónimos ocasionales. El otro día comencé una entrada con uno evidente: ideología y estupidez. Pero hay muchos otros que me vienen a la cabeza. Todo sea por no hacer un listado aburrido, mencionaré uno más: crisis y "ahorrar en gilipolleces". Así es como entienden los políticos la crisis. Desde que estamos en ese alarmante estado no hay día que pase sin que algún político de cualquier ámbito se enorgullezca diciendo que van a dejar de gastar dinero en tal o cual cosa, siempre una gilipollez, lo que nos lleva a pensar en qué grandísimas chorradas se tira el dinero de todos cuando supuestamente crecemos.
De ahí podemos sacar otro sinónimo ocasional: crecer y "gastar en gilipolleces". Sinónimo que, además de llevarnos a nuestra adolescencia y pensar en chucherías de diversa índole y calado, nos habla de apariencia y del Gran Gatsby, que ahora conduciría un todoterreno o, mejor dicho, un todocamino. Será porque terreno y camino no son sinónimos. El terreno suena a barro, a crisis, y el camino a pulido asfalto con alfombra roja.
En este sentido la crisis en Ciudad Real ha sentado muy bien. Se estaba embelleciendo una rotonda camino de Miguelturra con un depósito industrial gris, negro, apestoso, horrible... Como hay que ahorrar en gilipolleces se ha dejado el "embellecimiento" y se está creando (o eso parece por las obras comenzadas recientemente...) una red de desagüe de las aceras que rodean la calzada, pues cada vez que caen cuatro gotas se inunda un carril al completo y se crean unos atascos tremendos.
Si no estuviesemos en crisis seguro que seguiría el embellecimiento rotondil y la inundación de calzada se convertiría en pantano y se haría un trasvase a las Tablas de Daimiel y al Reino de Don Quijote. Pantano que todos podríamos superar facilmente con nuestro todoterreno, perdón, todocamino.
Cuando crisis se convierte en sinónimo permanente de búsqueda de sentido común hay algo que no funciona y, lo peor, que no volverá a funcionar.
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