domingo, 25 de septiembre de 2011

Torerío.

Vaya domingo que he elegido para darme un tute de prensa. Toros por aquí, toros por allá.
Me dan igual los dos debates que arrastra el tema: el de defensa de los animales y el político - nacionalista. Siendo más preciso, no me dan igual como cuestiones propias, pero mezclarlas con la sangre en la arena me parece bastante cornudo.
Nos gusten o no los toros. Nos guste o no ver sangrar y matar a un animal dentro de una fiesta de ocio, folclore, tradición y quizá arte. Nos guste o no el nacionalismo catalán. Nos interesen o no las ansiosas frustraciones de un sector de la sociedad catalana.
Pues nos gusten o no todas esas cuestiones, y muchas más, sólo quiero decir algo que me parece importante en todo este barullo: es legítimamente democrático que el Parlamento catalán prohíba las corridas de toros en esa comunidad autónoma.
Igual que sería legítimo que dicho Parlamento volviera a autorizarlas.
Igual que es legítimo que una comunidad autónoma permita unas cosas y prohíba otras en los márgenes de sus de competencias.
Palabras como "justicia", "libertad", "censura" y una largo etc., merecen reservarse para cosas más importantes que la autorización o no de una fiesta en un lugar de España.
No entiendo, o no quiero entender, tanta repercusión mediática, quizá porque mi conciencia nacional nunca la he visto asociada al toreo ni a lo que digan de España algunos catalanes.
En todo caso, me parece que hay noticias y debates mucho más importantes para el primer domingo de otoño, por lo que no digo más. Que se salgan de madre otros.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Tan fácilmente.

Por fin he aprendido a insertar vídeos en el blog.

Pues eso:

lunes, 19 de septiembre de 2011

¡Camino a la Maratón!

Acabo de inscribirme en el "Quixote Maratón". Lo que viene siendo el Maratón de Ciudad Real - Miguelturra de toda la vida. Sí, estoy en plan masoquista (sólo en términos "runners" que os veo venir) Ayer terminé la media de Puertollano (¡junto a una nutrida representación de CorriendoporelCampo!) y hoy me inscribo a la gorda: es el carácter que me imprime mi nuevo club.
Nos hemos apretado dos medias maratones como dos soles en dos semanas, con una burrada montañera de 24 km entre medias (nunca mejor dicho esto de entre "medias", que sutil estoy)
Más allá de los tiempos, que tampoco están mal, lo mejor están siendo las sensaciones en la recuperación. No me siento nada cascado (de piernas me refiero, que ya os veo venir) Y mejor aún: la media de ayer la hice poco más rápido que la primera (suele suceder al contrario por los tiempos de recuperación) Y que ayer mismo hice la segunda vuelta cuatro minutos más rápido que la primera. En definitiva, buenas sensaciones en cuanto a coger fondo se refiere.
¿Podré hacer la maratón completa en poco más de tres horas veinte minutos? ¿O en poco menos?
Por cierto, como bien saben los miembros (con perdón) del C.D.E. ayer estrené mi camiseta de los 101 de Ronda, que desde el 2009 dormía doblada en el cajón de los recuerdos. A veces hay que sacar las cosas viejas y tirar algunas nuevas.
No sé si repetiré la experiencia. Acabé cansado de oír vivas a la Legión y similares estupideces. ¡Con lo bonito que es el carnero legionario que llevo dibujado en la espalda! Aunque, bien visto, era una motivación extra para correr más rápido, casi huyendo de los exaltados patriotas.
Llegué esprintando a meta por ese motivo.




viernes, 16 de septiembre de 2011

Tontunas del correr (II)

Un astronauta no necesita tantas cosas como un corredor aficionado. Yo no sé como no nos ponen la meta en la luna, ¡nos lo merecemos!
Yo de momento me conformo con:

1.- Calcetines técnicos marca "lurbel" con "coolmax" y sin costuras. Válgame.
2.- Zapatillas neutras "nike". Se les puede poner un sensor en la suela para el Ipod y no sé qué más. A tanto no llego.
3.- Reloj "garmin" con pulsómetro y gps.
4.- Banda pectoral, para el pulsómetro se entiende.
5.- Gorra, pantalón y camiseta, superusadas y superviejas para evitar roces impuros. Eso sí, todo desgastado pero "técnico".
6.- Y ahora, a probar las medias de compresión.

Pues esto no es nada comparado con otros energúmenos, que parecen el escaparate de un bazar chino o el hombre orquesta. Aunque mis modas preferidas siguen siendo las clásicas: cintas de algodón y colorines en la cabeza (en plan jugador ochentero de la NBA), las riñoneras sonajero (mejor no preguntar qué llevan dentro), los calcetines blancos a media tibia y las muñequeras (¿para qué cojones...?)

Aunque lo mejor siempre se lleva dentro. No hay nada como un corredor llegado a meta, que se quita la camiseta... Y nos muestra sus pezones protegidos con unas tiritas o unas pequeñas gasas o esparadrapos. ¡Yo que creía que la censura murió con Franco!

En fin, y cuando llega el invierno... Para eso habría que escribir veinte entradas más.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Tontunas del correr.

El mundo del correr es un sin vivir. Antes con unas zapatillas, una camiseta de tirantes de algodón y unos calzoncillos de colores se ganaban medallas olímpicas. Ahora, cualquier popular, tal cual él susodicho que escribe, adquiere un nivel progresivo de tontunas que no tiene fin.
Como correr no corro demasiado, con algo habrá que entretenerse.
Odio correr con música, he llegado a correr maratones sin cronómetro... Pero mi vena purista parece que ha terminado.
Esta es mi última adquisición:



El cacharro se llama media de comprensión y las venden a pares, una por pierna básicamente. Eso sí, como tengo un gusto refinadísimo me la he cogido en negro, que el rojo canta mucho.
No sé si realmente tendrá amortización este gasto de 29 euros. Al menos he atinado con la talla, porque mi constitución de pata ancha y corta me llevaba a tener dudas sobre la misma. Una duda tan amplia que iba desde la talla S a la XXL.
Al final la M ha sido idónea y, efectivamente, la pantorrilla parece ir más sujeta y la sensación es confortable. Pero la pregunta es: ¿Se traducirá eso en segundos o minutos de mejora? Si es así, ¿cómo sabré si es por las medias o por beber menos cerveza?
Ya os diré algo, si hay algo que decir.

martes, 6 de septiembre de 2011

Lo esperado.

Decía el tres de agosto en la entrada de más abajo de irónico título "¿Qué dirá la sentencia?" lo siguiente:
"... por eso, supongo, que mi cliente saldrá condenado, aunque espero que a menos que lo solicitado de contrario.
Un puñetero detalle de educación que recibo en una espera judicial se termina convirtiendo en un indicio claro de parcialidad"

Pues eso, me han notificado la sentencia y, efectivamente, han condenado a mi cliente a mucho menos de lo solicitado de contrario. Lógicamente el alcalde conocerá al juez, y ambos, y entre sí, y a la recíproca, al concejal denunciante. Lo cual, por supuesto, no habrá influido nada en el fallo. Aunque se condene por una falta de lesiones cuando el informe forense dice que no hay lesión y no digo más que me caliento.
Piensa mal y acertarás. Que suspicaz me estoy volviendo, leches.
Curioso también que un Juez de instrucción dedique nueve folios a una sentencia de un minúsculo juicio de faltas. Sí, habéis leído bien: nueve folios.
Mucho más curiosa es la rapidez en dictar la meritada sentencia. El juicio el veintiséis de julio, la sentencia con fecha cinco de agosto y me la notifican hoy. ¡Ni un maldito juicio rápido!
No me sorprende nada, esto es España, un pueblo pequeño de España, y aquí todos sabemos de todo. Curiosa forma de canalizar el inconformismo la de nosotros los "ejpañoles".
¡Qué bien me lo voy a pasar haciendo el recurso!