jueves, 27 de noviembre de 2008

Plegarias.

PLEGARÍAS POR NO MORIR A 200 KM/H - El otro día fui testigo de un delito contra la integridad de las personas. Testigo y víctima. Iba de acompañante de un cliente en un mercedes cls/pepino a unos 200 km/h por una carretera regional. Los tiempos en que las personas fanfarroneaban en cualquier esquina sobre si tardaban 5 minutos más o menos en llegar a no sé donde han pasado, pero los locos y potenciales asesinos que quedan son de calidad contrastada. Cosa de la selección natural. Nos pueden acribillar a anuncios macabros por radio y televisión que somos duros de pelar. Luego te llegan al juicio rápido, los que llegan, con cara de pena. El Juzgado no recibe plegarias ni los abogados estamos para repartir piedad ni conmiseración.
PLEGARIA POR UN RELOJ - Hay frases que te arañan el timpano: vas por la calle, rápido de vuelta a casa, sobre las 20:30 h. Frío, hambre, escaparates, algún barullo de consumidores en retirada. Una voz femenina de pasada, sin rostro: "Jó, yo es que cuando me enamoro de un reloj todo lo demás me da igual". Ahí va. Pero lo más sorprendente es cómo lo dijo. En serio, como si le fuese la vida en ello.
PLEGARIAS RADIOFÓNICAS - Lo mejor de conducir es el cielo, la nubes, el horizonte. Lo peor que te llegas a aburrir y que no huele al campo que ves. Y cuando hueles algo es o humo o estiércol. Menos mal que Losantos te mantiene despierto con sus exabruptos, no hay nadie como él para mantener las cejas enarcadas, creo que a ZP se le quedaron así después de oírle por primera vez.
P.D.: Capote dixit: "Más lágrimas se derraman por las plegarias respondidas que por las no respondidas". Es decir, que somos quejicas por naturaleza y la más viva expresión de ello puede constituirla en ocasiones este mismo blog. Es decir, nos conformamos más que deseamos. Es decir, somos débiles.

4 comentarios:

Pat Lawriter dijo...

El que corre, atropella, o entra en sentido contrario... luego es una angelito de Dios...

Joer, cómo sería el reloj...

Pues sí, es como un despertador... como una matraca, un marmolillo... qué desperdicio cuando salía a las ocho... yo creo que entonces no estaba tan "acelerado"...

Yo soy muestra clara de nuestro "quejiquismo"... no es tan malo... ¿no?

Saludossss....

peibol dijo...

Interesante la recopilación ;)

Respecto a lo de los locos al volante, lo peor no es lo que hacen (que también), sino que las consecuencias nos salpican a los demás, a los que no tenemos nada que ver. ¡Gentuza!

R. Gª. ALDARIA dijo...

Efectivamente hay mucho capullo suelto.

Néstor dijo...

Jo, Ramón, pues no te veo yo rezando...