lunes, 4 de mayo de 2009

Rejas.

No sé quién ha sido, pero me alegro.
No sé quién es la autoridad competente o propietario que ha puesto la valla y la puerta. Tampoco sé quién ha sido el que, por segunda vez, se ha cargado la puerta. Obviamente, me alegro de lo segundo.
Curioso este camino, desde el otro lado (el que no da al parque forestal) no hay cartel alguno que diga que es de propiedad privada o, sencillamente, que está prohibido el paso. Pero del lado de la Atalaya, el de la foto, sí lo hay, no se ve en la imagen pero lo hay: "propiedad privada; prohibido el paso"
Como digo, desconozco la autoridad competente que ha puesto la valla, pero me huelo que el Ayuntamiento tendrá algo que ver. Ese Ayuntamiento que cierra los polideportivos los días de fiesta (por ejemplo, el viernes pasado) o que cuando juega el Manchego no permite el acceso al resto de las instalaciones.
Mucho "Plan E" pero ninguna promoción, más bien lo que hay es disuasión, para hacer deporte. Y encima ponen una gran valla con puerta para que ni siquiera podamos dar un paseo por el campo. Y supongo que, encima, esa valla cinegética de dos metros de altura que rodea ahora la Atalaya, y los muros con puertas puestos en zonas estratégicas, los habremos pagado los ciudadanos.
A los poderes públicos les ha dado por medir los kilómetros de vía verde, los metros de los caminos de la zona de la Atalaya, los centímetros de la ruta de Don Quijote. Todo con postes muy bonitos para luego colocarnos la valla donde menos nos lo esperamos. Medir para controlar.
Ojalá midiesen y controlasen con tanta precisión los presupuestos y otras cuestiones de la vida política. Se miran demasiado el ombligo y poco el trasero que es lugar por donde, físicamente, sale la mierda.
Creo que el concepto de deporte que tiene nuestra alcaldesa está alejado de la naturaleza, que para ella no pasa de ser las cuatro flores que coloca para embellecer las rotondas. Aquí importan más los cuatro tuercebotas pseudoprofesionales de tercera división que promocionar el deporte como salud o diversión. Y los parques forestales se planifican más para ir de litronas que para otra cosa, pues se limitan los caminos por donde hacer senderismo o revolcarse como un cochino. Parque forestal donde la única prueba deportiva que se organiza es una prueba de motor. Muy ilustrativo.
No sé quién ha sido el que se cargó la puerta, pero me alegro. Quizá haya sido alguién que sabe que a Don Quijote le asquearían profundamente los postes verdes que jalonan unos caminos planificados por una moda pasajera, como medio de obtener beneficios vía turismo.
No seáis suspicaces, os prometo que yo no he sido. Reconozco que un día me la salté, y que otro día la abrí desenrollando un alambre que hacía de cadena provisional. Pero yo no la he arrancado. De momento no... No me llegan las fuerzas.

3 comentarios:

jegarmimo dijo...

¿QUE TIENES TU CONTRA LAS LITRONAS?

MUY CRITICO TE VEO CON ROSI, ¿QUE QUEREIS? ES DERECHONA, CHONI, INCULTA Y CATETA. YA NO OS GUSTAN NI LAS ALCALDESAS DEL P.P. SOIS LA ULTRADERECHAULTRACOPEULTRAFEDEULTRAFACHAS.

Néstor dijo...

Hum... El caso es que iba a decirte que no me gusta ni un pelo las obras que han hecho en la Atalaya porque me ha jorobado tooooodos los caminos que usaba con la bici (todo, joer)... Pero claro, entro y veo el comentario de Jesús y me ha dado una risa-fatal. Veamos, creo que el Ayuntamiento (no sé si por el plan E ese) está lavando la cara a la ciudad, peatonalizando calles y arbolando y ajardinando algunos lugares y eso me parece bien. Se critica cuando hay que criticar.

R. Gª. ALDARIA dijo...

Vaya, vaya, que no tengo ningún problema con las litronas, sino con quién no ve más allá de las mismas y, encima, las usa de decoración de un entorno natural. Sobre lo demás prefiero no decir nada...
Tranquilo, la Atalaya volverá a estar como antes, pues la naturaleza tiende al estado salvaje y nuestro Ayuntamiento a la desidia. Lo de las rotondas no es del plan E, sencillamente, es una horterada innecesaria y cara, me gustaría que lavaran la cara de la ciudad con más aparcamientos y otras cosas (flores marchitas a los cuatro días y baches perennes en la calzada, por ejemplo) Se merecen que los critiquemos por eso y mucho más.