De todas las construcciones características del Camino de Santiago pocas hay tan metafóricas como los puentes. La Iglesias, Catedrales, Albergues, Conventos y demás, está claro que son importantes, pero son descanso, reflexión, rezo, parada.
El puente es rebufo y pasada, está para caminarlo, para dejarlo abajo y atrás, para ignorarlo dentro de su simplicidad práctica imprescindible. El Camino fue un puente de la Cristiandad hacia su desarrollo y consolidación, y luego muchas más cosas. Pero siempre es tránsito, puente de algo.
Siempre se destaca el de Puente la Reina como el más característico o importante de la Ruta Jacobea. Yo me quedo con el de Hospital de Órbigo, en la provincia de León, será porque por su gran longitud es por el que más tiempo se marcha. Porque te traslada al medievo, porque a la puesta de sol todos sus adoquines brillan como el sudor. Porque tiene leyendas sobre amores perdidos y justas medievales, que siguen celebrándose de forma anual.
Si alguién tiene caballo y lanza que me los deje, por favor. Queda un viaje pendiente a beber cerveza y jalear a los anacrónicos caballeros.
2 comentarios:
Burgos, León... que no me entere yo que pasas por aquí y no dices nada... ehhhhh?????
Hace unos años ya de eso, además iba reventado, sin aliento para hablar, pedalenado... Sirva de eximente...
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